La microflora o microbiota es la
colectividad de comunidades microbianas que pueblan las superficies mucosas de
un individuo. Cada individuo humano alberga unos 100 billones de bacterias de
unas 400 especies distintas. En el jugo gástrico, el contenido de bacterias es
relativamente bajo, alrededor de 1.000 bacterias por mililitro, y esto es
debido a la acidez del medio. La concentración de bacterias va creciendo a lo
largo del intestino delgado, desde 104bacterias/ml en el duodeno proximal hasta
107 bacterias/ml en el íleon terminal. La motilidad propulsiva del
intestino delgado aclara periódicamente las bacterias que proliferan en la luz.
En cambio, la población de microorganismos en el colon es mucho mayor, ya que
se alcanzan concentraciones de hasta 1011 o 1012 bacterias por
mililitro de contenido1. En conjunto, la población viva del colon puede
alcanzar un peso variable de 300-600 g, y supone más del 95% de la microbiota
del anfitrión.
Para un buen número de especies
bacterianas, el conjunto es imprescindible para la vida: los organismos
unicelulares precisan de colectividad y biodiversidad para desarrollarse
normalmente. Géneros y especies bacterianas diversas utilizan los productos
metabólicos generados por otras para su proliferación. El intestino humano es
el hábitat natural de esas bacterias, que han evolucionado y se han adaptado a
vivir con el hombre desde hace milenios, por lo que muchas de ellas no
proliferan espontáneamente fuera de ese hábitat.
La flora bacteriana se adquiere
inmediatamente después del nacimiento. Inicialmente, diversos géneros de
aerobios colonizan el tubo digestivo, sobre todo enterobacterias tipo Escherichia
coli y también diversas especies del género Lactobacillus. Éstas
consumen el oxígeno del ambiente y, progresivamente, se establece un
microsistema en el que hay un predominio abrumador de especies anaerobias
obligadas, sobre todo Bacteroides, Clostridia, Eubacteria y Bifidobacteria.
A los 2 años de edad, la flora establecida es ya prácticamente definitiva, en
tanto que suele ser muy estable a lo largo de la vida del individuo.
Se distinguen tres funciones
primarias de la microflora intestinal: a) funciones de nutrición y
metabolismo, como resultado de la actividad bioquímica de la flora; b) funciones
de protección, previniendo la invasión de microorganismos patógenos, y c) funciones
tróficas sobre la proliferación y diferenciación del epitelio intestinal, y
sobre el desarrollo y modulación del sistema inmunológico. La traslocación de
esta microbiota puede resultar patógena, pero de eso hablaremos despues.
Escherichia Coli. |
Bifidobacterium |
Lactobacillus |
Clostridia |
Eufic.org, El papel de la microbiota intestinal en la salud humana (EUFIC). [online]Disponible en :http://www.eufic.org/article/es/artid/El_papel_de_la_microbiota_intestinal_en_la_salud_humana/ [Consultado el 09 Oct 2014].